Después de luchar con la enfermedad por más de un año muestra su agradecimiento por la nueva oportunidad que le brinda la vida.
En el distrito de Chilca vive Marilú Castro Araujo, una superviviente. Cuando fue diagnosticada de cáncer al cuello uterino se puso muy triste, comenta, porque pensó que iba a morir. “A pesar de todo, decidí luchar”. Lo cuenta hoy, haciendo un alto en su labor de ayudar a los nuevos pacientes del Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas de Concepción.
Madre de 5 hijos Marilú fue diagnosticada de cáncer al cuello uterino en noviembre del 2019, desde entonces ha pasado por momentos muy duros que afrontar, una cirugía, 6 sesiones de quimioterapia en las que tuvo que lidiar con los efectos secundarios, además de 30 sesiones de radioterapia.
Hoy completamente recuperada ayuda a los pacientes de manera gratuita, gestionando donativos, orientándolos en su proceso de recuperación. Ella comparte su experiencia, demostrando que con un diagnóstico temprano mucha fuerza de voluntad y el apoyo de la familia se puede vencer a esta enfermedad.
Ella junto a otros pacientes recuperados se han puesto la meta de formar una agrupación voluntaria para ayudar a los pacientes. “Es una manera de agradecer al instituto que prácticamente nos ha salvado la vida”, comenta con unas lágrimas en los ojos.
Según la Oficina de Epidemiología y Estadística del IREN Centro el cáncer de cuello uterino es el segundo más frecuente en las mujeres de la región, Más de 4.000 casos nuevos de este cáncer aparecen cada año en las mujeres peruanas de ellos, el 45% se detecta en estado avanzado, generando que al año fallezcan 1 836 mujeres.
Prevención: Las mujeres que han iniciado su vida sexual deben realizar un chequeo preventivo una vez al año. Si bien esta revisión no evita la infección por el Virus del Papiloma Humano, permite detectar y tratar a tiempo el cáncer de cuello uterino.